Ya han pasado muchos días sin respuestas, por lo que veo, el mensaje del señor Amorós ha sido mano de santo tapando su bocaza, se lo tiene usted merecido farsante enumerador de MENTIROSAS pruebas. Si señor, ha quedado usted como se merece, por fin descubierto públicamente por quien tenía que hacerlo y con el trasero al aire.
Ala, vaya usted a su forillo a lamerse las heridas, a sentirse arropado y consolarse con sus cuatro nuevos amiguitos, que es lo único que le queda.
Mientras -ya sin estorbos- desde la SEIP seguiremos trabajando y creciendo.