El problema de descubrir los montajes (dar paso a la verdad) es algo que fundamentalmente preocupa a quienes viven de la divulgación de misterios ficcticios e inexistentes supuestamente ciertos (el objetivo no es que sean ciertos, sino que lo parezcan). Así que, frunciendo el ceño, no es de extrañar que detrás de todo montaje se encuentre un pseudo investigador que pretenda lucrarse con ello: la codicia y la ambición son cualidades ingénitas de los humanoides. En fin, cuánta inteligencia despilfarrada.