La posibilidad de controlar el tiempo nos hace soñar con la posibilidad de modificar nuestro futuro o acudir a nuestras raíces ancladas en un pasado que no podemos alterar, pues nos encamina a un destino inamovible. Sin embargo, no podemos escapar a la clásica paradoja del tiempo: “Si puedo viajar en el tiempo y conocer a mi abuelo y matarlo, ¿Cómo sería posible que yo hubiese nacido y haber viajado en el tiempo?»

Realmente nuestra física también tiene sus límites y la realidad es que conocemos poco, pues vivimos en un universo prácticamente desconocido: agujeros negros, espacios curvos y toda una serie de fenómenos que escapan a nuestra comprensión. Hoy en día la física cuántica, tan de moda, nos plantea al menos en teoría o en forma de complejas ecuaciones matemáticas toda una serie de posibilidades que antaño tan solo formaban parte de la ciencia ficción o de la superstición.

La posibilidad de los viajes en el tiempo ya se muestra en publicaciones de corte científica. Tal vez tal posibilidad esté íntimamente relacionada con otros planteamientos físicos, como por ejemplo la posibilidad de vivir en multiversos, es decir, el ser humano podría a la vez estar viviendo diferentes realidades, pero lo cierto es que cuanto mas ahondamos y más relacionamos unas teorías con otras, más preguntas nos suscitan y tan solo sabemos una respuesta, que aún queda mucho por andar, mucho por descubrir.

En relación a la Máquina del Tiempo, estoy convencido de que llegará, lo que hoy forma tan solo parte de la ciencia ficción, con total seguridad y aunque aún tengamos que esperar, llegará en un futuro. Sin embargo… ¿Realmente entendemos lo que es el concepto tiempo? Michio Kaku, físico teórico, nos corrige al menos en tres concepciones erróneas sobre el tiempo:

1. El tiempo no es universal y resultaría imposible sincronizar los relojes a la vez en todo el universo.
2. El tiempo no es absoluto, ni transcurre igual en todo el universo.
3. El tiempo debe ser asumido como una dimensión, no es cierto que vivamos en tres dimensiones, el alto, el ancho y el fondo, si no en cuatro, la cuarta dimensión es la temporal.

Michio Kaku

Lo que ya tenemos claro es que vivimos envueltos en un conjunto de dimensiones a las que se denomina “Espacio Temporal” y el principal escollo que debemos salvar para entender la posibilidad de los viajes en el tiempo reside en la lógica de nuestra mente, el tiempo es un concepto difícil de entender.

Nos movemos a una velocidad lineal en el tiempo y precisamente para alterar esa linealidad temporal es necesario aumentar la velocidad, por ejemplo, las naves espaciales que viajan a gran velocidad en realidad son máquinas del tiempo en potencia, es decir, se adelantan al tiempo al menos en una fracción de segundo, por lo tanto a mayor velocidad el tiempo se ralentiza para nosotros.

La constante universal y que actúa a modo de limitador en todo el universo es la velocidad de la luz y esta en el vacío se mueve a 300.000 km. por segundo, sin embargo, los físicos teóricos plantean la posibilidad de que el tiempo pueda estirarse o encogerse: el tiempo es igual a la velocidad por la distancia, a más velocidad el tiempo se ralentiza para nosotros.

Pero otro de los escollos a salvar en un supuesto viaje en el tiempo usando la velocidad es que a mayor velocidad se produce un incremento de la masa y si nos acercásemos a la velocidad de la luz, cosa que hoy en día es prácticamente imposible, necesitaríamos una energía infinita, pues el aumento de la masa y el peso sería más que notable.

Los viajes en el tiempo, hacia atrás y hacia adelante, siempre han sido motivo de sueños, así lo evidencia el cine

Supongamos que logramos viajar a la velocidad de la luz, realmente estaríamos viajando adelante en el tiempo, pero… ¿Cómo volver?

Los agujeros negros ralentizan enormemente el tiempo, pues la gravedad influye notablemente. Hay que recordar que las últimas investigaciones sobre estos agujeros negros han concluido que estos giran a prácticamente la velocidad de la luz. Realmente podemos continuar con la física aplicada a los posibles viajes en el tiempo y sus barreras prácticamente imposibles de salvar por nuestra tecnología y física actuales, donde actualmente no es lo mismo avanzar que retroceder en el tiempo y mucho menos luego regresar a nuestro punto de partida temporal, pero la realidad es que no hay ninguna ley física que impida tales viajes en el tiempo, la posibilidad está ahí y como exponía anteriormente, en un futuro más o menos lejano será una realidad.

La posibilidad de escapar de nuestra jaula temporal nos hace soñar con infinitas posibilidades como la vida eterna, una posibilidad de ciencia ficción, pero… ¿Acaso no pensarían lo mismo quienes habitaron en la edad media si se planteasen la posibilidad de la energía eléctrica?