Rescatando de mis archivos los viejos casos que merecen ser conocidos, me he topado con un interesante incidente OVNI que conmocionó a la población francesa de Valensole y que tiene como protagonista a un humilde agricultor de la zona

Maurice Masse, como así se llama nuestro protagonista, estaba trabajando en sus tierras como acostumbraba a hacer desde hace muchos años cuando escuchó un extraño silbido que le dejo un tanto descolocado, por lo que se dio la vuelta y, sorprendido, miró como un artefacto, con forma de balón de rugby, había aterrizado y, fuera, dos extraños humanoides.

Ilustración del encuentro

Lejos de asustarse, Maurice se acercó a ellos con la intención de confirmar lo que estaba viendo. De repente, uno de los humanoides,  siempre según palabras del testigo, le disparó una especie de haz de luz que lo dejó paralizado, pero plenamente consciente de lo que estaba pasando.

Tras esto, los humanoides permanecieron unos segundos mirando a Maurice y subiendo a la nave, desaparecieron tal y como habían venido.

Gendarmería y GEPAN investigaron el caso

Tras conocerse el caso en la comarca, la gendarmería investigó el terreno ayudándose del GEPAN (Grupo de Estudios de Fenómenos Aéreos), dependiente del gobierno francés.

Contrastaron que existían huellas de un artefacto muy pesado justo donde Maurice les señaló.

Certificaron, asimismo, que la vegetación del lugar no crecía en esa zona del terreno, algo muy común en casi todos los casos de aterrizaje OVNI.

Maurice en sus tierras

Efectos sobre la salud del testigo

Maurice comenzó a dormir más de la cuenta, cuando su ritmo habitual de sueño se situaba entre 5 y 7 horas nocturnas.

Asimismo, sentía frecuentes dolores de cabeza y mareos continuos.

Dichos síntomas, según el GEPAN, son comunes en personas que han sido expuestas a fuertes campos electromagnéticos, por lo que se cree que el aparato los emitía.